Por: P. Jurgen Daum, Director de La Opción V, 31/5/2013
Annie acaba de cumplir 14 años. Su padre le regala una laptop. Como toda joven de su edad, Annie anda pendiente del chat. Ha admitido como “amigo” a “Charlie”. El “diálogo” con él la va atrapando. Annie se entusiasma cada vez más con su nuevo amigo cibernético de 16 años. Al poco tiempo se suman las llamadas por celular. Poco a poco Charlie la va envolviendo con palabras que la hacen sentir valiosa. Le va mandando fotos suyas que la ilusionan, la halaga diciéndole lo hermosa que es, mientras que ella misma no se va a sí misma así. Annie tiene una baja autoestima. Cada vez más se ilusiona con su amigo. El diálogo por momentos sube de tono. Ella se deja llevar porque confía en su amigo.
En un momento Charlie le confiesa que en realidad no tiene 15 años, sino 20… En ese momento Annie se asusta y se molesta también. ¿Por qué me mentiste? Pero tras una hábil maniobra manipulatoria de Charlie, ella lo perdona, pues prefiere mantener la amistad con su “amigo incondicional”, aquél que “sabe darle los mejores consejos”, que “es inteligente, gracioso, y el único que me comprende”.
Llega el momento en que “Charlie” le propone un encuentro: “tan sólo dímelo, y estaré allí”, le dice su amigo. Ella duda al inicio, duda mucho, pero finalmente accede. Sin decirle nada a sus padres Annie se encuentra con que su amigo, que en realidad ¡tenía 35 años! Cuando lo conoce en realidad, está perturbada, decepcionada, pero Charlie sabe como manipularla hábilmente para ayudarla a sobreponerse a su decepción y hacer que confíe en él… lo que pasa luego, es muy fuerte. Para ello, tendrás que ver la película.
El título obedece a la confianza que Annie tenía de niña con su padre, confianza que en algún momento se quebró y que la llevó a no decirle nada (a su madre tampoco) cuando se enteró que este “amigo” era mucho mayor que ella y cuando ella sospechaba que algo no andaba bien.
Es tan común que las jóvenes como Annie decidan no decirle nada a los padres por temor a que “le quiten a su amigo”, a quedarse sin su afecto. La fuerza de los afectos hace que todos nos apeguemos a la personas, y a veces pueden ser las personas equivocadas, personas que se aprovecharán de tu “dependencia” para rebajar tus estándares, para llevarte a hacer cosas para ellos que te harán mucho daño, para manipularte a su antojo. Esto no sólo puede suceder con extraños que se ganan tu confianza, sino con chicos que conoces y “te gustan”, te parecen simpáticos, buenos, “lindos” porque te dicen que te van a respetar y demás. Sin embargo, una vez que se han ganado tu confianza y generan una dependencia afectiva, te pueden llevar adonde ellos quieren. Por ello es esencial saber a quién se le entrega el corazón, no creerse cualquier halago como si fuera “verdad”, entender que la otra persona puede estar diciéndote muchas cosas bonitas o comportándose gentilmente contigo tan solo para llegar tu corazón e ilusionarte. Sin embargo, pronto olvidan todas las promesas de respeto para “avanzar” y robarte finalmente tu pureza.
“Trust” es una película muy fuerte, porque fuerte es lo que sucede muchas veces en la realidad. Es muy recomendable para entender los peligros a los que están expuestas principalmente las jóvenes que tan fácilmente establecen relaciones sentimentales y vínculos muy fuertes con personas desconocidas o conocidas a través del chat. Existen hombres pervertidos que saben qué decirle a las adolescentes para ganar su confianza, ilusionarlas y “engancharlas”, llevándolas a hacer lo que ellos quieren: desde mostrarse en la cámara desnudas hasta tener relaciones sexuales con ellas.
ALGUNAS LECCIONES IMPORTANTES PARA ADOLESCENTES
Hay reglas básicas que NUNCA debes quebrar:
La película la puedes ver acá: http://www.youtube.com/watch?v=xgFpgL3j5dA