Free sex es un libro con temas propios de la juventud, desde los romances rápidos hasta las caricias íntimas, que te da datos puntuales y científicos sobre cómo encontrar el verdadero amor, fortaleciendo tu dignidad sexual y tomando decisiones prácticas. Este libro te ayudará mucho a aclarar dudas que los jóvenes a veces tenemos en nuestra mente y que son alimentadas de ideas erróneas que escuchamos en la sociedad. A mí, particularmente, me ha enseñado bastante a no dejarme llevar por las emociones, sino por la razón, a pensar más antes de actuar.
En la mayoría de los casos, los libros informativos son un poco pesados para leer; sin embargo, Carlos Cuauhtémoc Sánchez, nos hace ameno su libro acompañándolo con una variedad de dibujos, ejemplos y testimonios que te harán entender y disfrutar más de la lectura. Inclusive, él mismo comparte con nosotros una carta que su novia (ahora esposa) le escribió cuando él le propuso convivir sin antes haberse casado: ella le dio una gran lección de la que nosotros también podemos aprender.
Luego de leerlo les puedo decir:
¡No duden en leerlo también ustedes!, pues además de ayudarnos a conocer y aprender todo lo que se refiere a nuestra sexualidad, nos presenta valores que nos harán bien y nos acercarán a la felicidad que andamos buscando. Tomemos esas decisiones que, aunque parezcan simples e insignificantes, pueden hacer un gran cambio en nuestras vidas.
Un ejemplo: ¿Cuántas veces hemos oído hablar de relaciones en las que no hay compromiso ni interés por el bienestar de la otra persona? Se dicen “te amo” sin ni siquiera sentirlo y con el solo propósito de “conseguir” satisfacerse entre sí, por un momento; idealizamos a la persona que queremos o pensamos que es el sentido de nuestra vida. No podemos pretender tener un noviazgo estable y feliz en donde nuestro cuerpo es el que se ha enamorado del otro. Tenemos que tener claro que no solo somos nuestro físico, sino también nuestra mente y espíritu, los que muchas veces descuidamos, permitiendo que se llenen de impurezas y superficialidades. Es por eso que las relaciones en las que reina el cuerpo terminan siendo una desilusión, pues en ellas todo se vuelve efímero.
Otra gran enseñanza que encontramos es esta: Deberíamos dejar de buscar que nos admiren por nuestro cuerpo y empezar a buscar a la persona que nos admiren por lo que hay en nuestro corazón. La persona que lo haga será la que de verdad nos valore, y la que se quede con nosotros con el paso de los años: “La piel se arruga, el pelo se vuelve blanco, los días se convierten en años, pero lo importante no cambia, tu fuerza y tu convicción no tienen edad.”
Además, hemos oído decir que en toda relación amorosa hay problemas. Sin embargo, una lección importante que he aprendido al leer este libro es que no porque en muchos casos se den desilusiones, grandes peleas, ofensas o resentimientos, quiere decir que sea algo “normal” o que se deba dejar pasar. Al contrario, la relación con tu pareja debe ayudarlos a crecer con el tiempo, a que crezca el amor, la mutua ayuda y respeto. En una relación sana ambos tienen que buscar siempre lo bueno para la otra persona, deben apoyarse para ser mejores cada día y alcanzar juntos cada una de sus metas.
Asimismo es importante que cada uno se sienta libre de ser uno mismo, sin dejar de ser dos. Carlos Cuauhtémoc Sánchez nos enseña que en un noviazgo constructivo no existen los celos, miedos, amenazas ni mucho menos maltrato físico y psicológico; sino la confianza, tolerancia, comprensión y, especialmente, el amor.
La amistad previa en una relación es, sin duda, fundamental, ya que con un verdadero amigo puedes conversar de distintos asuntos, desde los más graciosos hasta los más serios y profundos, sin miedo a que te juzgue o critique; existe una transparencia única; no hay temores, fingimiento ni nervios. Es imposible que, sin antes haber formado y fortalecido una amistad con tu pareja, puedan llegar a tener una relación estable. Así que no nos adelantemos a vivir etapas que aún no corresponden. ¡Seamos pacientes! Todo lo que difícil llega, difícilmente se va. Valdrá mucho la pena o, mejor dicho, la alegría esperar para vivir un amor verdadero.
También aprendí que si nos sentimos muy lejos de encontrar a la persona indicada con la que compartiremos nuestra vida, no debemos frustrarnos ni mucho menos pensar que nunca llegará. No debemos tener prisa, pues más vale la calidad que la cantidad. Si estamos con cualquier persona que se nos cruce en el camino, terminaremos hiriendo nuestra dignidad, autoestima y sentimientos. ¿Por qué lastimarnos al querer entregar nuestro amor a alguien que no lo merece o que no es para nosotras? Si tu vocación es al matrimonio, ten la certeza de que en algún lado del mundo esa persona existe y que, en el momento indicado, la encontrarás. Solo deja tu corazón en manos de Dios y Él lo pondrá en manos de quien lo merezca.
Otra gran lección que nos da el autor es ésta: nunca debemos optar por probar el “free” en el tiempo de espera ni pensar que, por el momento, no tiene nada de malo vivirlo. El “free” es cuando dos personas deciden tener contacto físico, ya sea besándose, acariciándose o, incluso, teniendo relaciones sexuales sin compromiso ni, mucho menos, amor. Es aquí cuando debemos preguntarnos si eso funciona para nosotros; si en verdad es lo que anhelamos vivir; si creemos que así encontraremos el amor verdadero; si nos estamos valorando, queriendo y respetando. No nos engañemos. Como dice Carlos Cuauhtémoc Sánchez: «Las aventuras sexuales tienen un precio. Son sellos de intimidad que producen obligaciones y a veces se pagan caro.» Él nos cuenta además el testimonio de un joven, que por vivir el “free”, experimentó una soledad enorme y desesperante:
«Yo sé que soy la envidia de quienes me conocen, porque piensan que mi vida es fantástica, totalmente libre; pero honestamente confieso que la odio. Estoy irritado conmigo mismo, me siento aplastado, defraudado, frustrado; la culpa me asfixia; el anhelo de reivindicarme me ha hecho tirarme de los cabellos y gritar frente al espejo: “Ya basta. ¿Qué estoy haciendo? Me siento miserable. ¡No puedo seguir así!”»
Es esta una de las razones por las que el tener una vida sexualmente “libre” nos puede llevar a tener una autoestima y dignidad destrozada. ¡Todo tiene consecuencias! Los “frees”, sean cuales sean sus procedencias, tienen un alto costo para nosotros. Mejor luchemos, a partir de ahora, por serle fiel a nuestro esposo(a) desde antes de conocerlo(a) para que cuando estemos, finalmente, casada(o)s con él (ella) le podamos decir con firmeza: “Te amé desde siempre”. Y si piensas que “ya es demasiado tarde para mí”, no es tarde para levantarte; ¡ten la certeza de que puedes hacerlo!
Carlos Cuauhtémoc Sánchez nos habla, además, acerca de las etapas en el noviazgo, como el enamoramiento, en donde se fortalece la amistad previa; del orgasmo en la mujer y el hombre; de la masturbación y la pornografía; de la homosexualidad; de las ETS, como el papiloma humano y el VIH; del embarazo a temprana edad; etc. “Free sex” es, por eso y sin lugar a dudas, un libro completo. Dedicarle un poco tiempo de tu día a este valdrá mucho la pena. Definitivamente, no es uno cualquiera, pues ahí están resumidas todas las respuestas a la preguntas que nos hacemos siempre en nuestro interior o que, quizá, deberíamos hacernos para empezar a reflexionar sobre nuestras vidas.
Deja que Carlos Cuauhtémoc Sánchez llegue a ti. ¡No te arrepentirás! Yo opté por hacerlo; y, ahora me siento muy agradecida con él, pues ha fortalecido mi decisión de vivir la castidad, amando con un amor puro, pues es la única manera de encontrar el verdadero amor y ser realmente feliz.
Martha, 17 años, Colaboradora de La Opción V.