«Todo empezó con unos ‘like’ a unas fotos mías en Instagram»

La moda de publicar fotos en nuestras redes sociales tiene sus peligros… (por si acaso, esta foto no corresponde a la autora del testimonio)

¡Hola! Tengo 22 años, y quiero compartirles que leyendo el artículo «¿sextiando yo?» me sentí totalmente identificada. Hace 4 meses empezó una tortura de la que hoy me he liberado, gracias a que tomé la decisión de salir de esto y busqué ayuda en La Opción V. Si digo “tortura”, es porque pasé muchas cosas fuertes con un chico que me empezó a incitar a hacer cosas que yo jamás me imaginé que sería capaz de hacer, fueron cosas muy dolorosas y que hasta ahora me cuesta mucho sanar.

Todo empezó con unos «like» a unas fotos mías en Instagram. Conocía al chico que los ponía, pero nunca habíamos hablado ni tenido una conversación. Lo tenía en las redes sociales porque era amigo de un amigo. De pronto me empezó a escribir por el chat del Facebook «preocupándose por mí». Todo el día me hablaba por WhatsApp y empezó a manipularme sentimentalmente. Yo estaba sola en ese momento y claro, ¿a qué mujer no le gusta un poco de atención?

Pasaron las semanas y me comenzó a pedir que le enviara fotos mías “porque me quería ver”. Yo siempre le decía que no, que no me gustaba estar tomándome fotos. Seguían pasando los días y me seguía insistiendo con lo de las fotos, hasta que accedí a tomarme fotos y enviárselas. Eran fotos normales, como las que las chicas colgamos en Facebook, hasta que empezó a manipularme como se le dio la gana. Me decía cosas que despiertan los deseos sexuales y las pasiones, tanto así que fui a buscarlo y tuvimos relaciones sin ser nada, ¡solo como «amigos»!

A partir de entonces él ya se creía con derechos sobre mí y me pedía que le enviara fotos más íntimas. Yo le decía que no, pero no me hacía caso diciéndome: «yo sé que tú quieres», «¡mándame fotos!», «quiero verte». Yo me negaba y el insistentemente seguía pidiéndome fotos, hasta que accedí a tomarme fotos más íntimas. A partir de ese momento accedía ya sin resistencia alguna a tomarme fotos cada vez que me decía cosas que despertaban en mí muchas sensaciones, llevándome a que mi imaginación y mi deseo creciesen más y más al punto que ya no existían límites y verlo como “normal”.

Atrapada en esta dolorosa situación trataba de sentirme un poco mejor, trataba de acallar mi conciencia, diciéndome a mí misma: “pero si todo el mundo lo hace”, “no le estoy haciendo daño a nadie”. Pero el daño tremendo me lo estaba haciendo a mí misma, degradándome, entregándome a un chico que no me valoraba, entregándole mi cuerpo como si fuese un objeto o como si fuese un pedazo de carne. Gracias a mis justificaciones seguí enredándome más y más en esta situación y cayendo en un círculo vicioso del que no podía escapar. Mantenía relaciones sexuales con él, accediendo a muchas prácticas que siempre critiqué y jamás imaginé que pudiese hacerlas yo misma.

Ya no sabía cómo salir de esto, y creo que por un largo tiempo no quería ni salir, pues me aferraba a él porque “me daba un poco de cariño”, porque “me decía cosas bonitas” y porque “siempre se preocupaba por mí”. ¿Tan ciega podía estar? La verdad es que no quería aceptar lo que en el fondo sabía: que solo jugaba conmigo y que me manipulaba como se le antojaba para tener sexo y conseguir lo que él quería.

Luego de la última vez que lo vi y tuvimos relaciones, yo ya no podía más conmigo misma. Me sentía tan sucia, y en un momento de sinceridad para conmigo misma pensaba: “¡esto no es lo que quiero para mí!”, “¡esto no es lo que estoy escogiendo para mi vida!”. Ya solo lloraba todo el tiempo, me sentía literalmente hundida en un hoyo, y me preguntaba una y otra vez cómo salir de esta porquería en la que estaba sumergida, hasta que me acordé que hace mucho tiempo le había puesto «like» a la página de La Opción V. Como un último acto de desesperación escribí y me brindaron la ayuda que necesitaba para cortar con esta relación que tanto daño me estaba haciendo.

Ha pasado más de un mes y, poco a poco, con voluntad y ganas de vivir, estoy en esta lucha por recuperarme a mí misma. Lo primero fue cortar toda comunicación con este chico, eliminarlo de mis redes sociales, no responder a sus mensajes, para poder recuperarme como persona. He hecho La Opción V, no es fácil, sobre todo después de haber pasado tantas cosas, pero les aseguro que SÍ SE PUEDE, si ponemos toda nuestra voluntad y empeño, y si buscamos la ayuda necesaria.

Mi recomendación final es que apenas un «amigo» les pida mandarle fotos por internet, o celular, de inmediato lo eliminen de su lista de “amigos”. No traten de explicarle al chico por qué no, simplemente, no va a dejar de insistir hasta rebajarte y tenerte donde quiere. Por eso, a esos chicos no hay que tener miedo de sacarlos de nuestras redes sociales y de nuestras vidas, sin asco ni pena. Chicas, NUNCA se dejen manipular ni accedan a cosas que les piden los chicos por un “te quiero”, o porque te digan “cosas bonitas”. ¡NO SE VENDAN POR UN POCO DE CARIÑO! Se los digo yo que vengo de allí: es un camino que te va llevando poco a poco a la degradación de ti misma, a la desesperación, a la pérdida de tu propio valor. Yo tuve ya gracia de poder salir de eso, y estoy en la lucha día a día, ¿pero quieres arriesgarte tú? ¿Cuántas no cuentan con alguien que les alcance una mano para salir de ese hoyo oscuro en el que muchas están hundidas?

Chicas, no tengan miedo de ir contracorriente, valórense, respétense a sí mismas y háganse respetar, porque lo que les espera al final de ese camino ¡¡es algo que verdaderamente no tiene precio!!

H. F., 22 años.

Artículo relacionado: ¿“Sextiando” yo?

Testimonio escrito para La Opción V

* ¡Este Blog es un espacio creado para ti! Tú también puedes enviarnos tus preguntas, testimonio o reflexiones a laopcionv@gmail.com, con nuestro compromiso de guardar tu identidad en la más absoluta reserva. Con tu colaboración y participación podremos ser cada vez más quienes creemos que el amor verdadero sí existe, y que el camino para alcanzarlo es la castidad!

** Todas las publicaciones en este Blog son de propiedad de La Opción V. Pueden ser difundidas libremente, por cualquier medio, consignando siempre la fuente. Está terminantemente prohibida su reproducción total o parcial con fines de lucro.

Acompáñame a dar un tour por la nueva página web de

La Opción V