«¿Por qué no te pones algo más pegado? ¡Se te ve poco femenina!»

Hola, quería compartirles esta experiencia porque sé que muchas mujeres sentimos este tipo de presión cuando un chico que nos gusta o un enamorado nos dice ciertas cosas que no están bien, pero que por quererlo mucho o por miedo a perderlo terminan influyendo en nosotras de una manera decisiva…

Cuando tenía 18 años empecé a salir con un chico y me sentía fuertemente atraída por él, tanto que evitaba hacerle llegar mis enojos o decirle las cosas que no me parecían de él por miedo a perderlo. Les voy a hablar de una de esas cosas que me decía, ante las que yo me quedaba callada aunque al principio no estuviese de acuerdo.

Estábamos una tarde conversando, habíamos salido a pasear y como siempre hablábamos de todo un poco. En esas conversaciones algo que siempre me comentaba y hacía saber con mucha insistencia era sobre la gran belleza física de las mujeres. Ahora bien, él trasladaba toda esa conversación a cómo me veía yo, específicamente, a cómo me vestía. Esa tarde tuvimos un diálogo que me marcó mucho, y que iba más o menos así:

─ “¿Quieres que te sea sincero? Bueno, te vistes algo tapada… ¿por qué no usas ropa más pegada al cuerpo? Se ve bonito en las mujeres y les queda bien. Mira, como esa chica que pasa por allí”. 

─ “¿Estás diciendo que no te gusta cómo me visto?”.

─ “No es eso, sino que, no sé, no llama la atención, se ve algo aburrido”. 

─ “¿Me estás diciendo aburrida en mi manera de vestir? Yo creo que es cómodo, tampoco es que mi ropa sea ancha, este polo es normal y a mí me gusta”.

─ “Ya lo sé, pero te quedaría mejor algo más pegado, ¡se ve sexy! Pero bueno, es tu forma de vestir. Solo te estoy recomendando. Es más femenino”.

Luego de esa breve conversación empezó en mi mente un conflicto sobre quién era yo realmente y cómo me veían los demás, sobre todo, el chico que me gustaba y que se suponía que yo también a él, ya que por algo llevábamos un tiempo saliendo y demostrándonos ese afecto entre los dos. Incluso ya nos habíamos besado, aunque todavía no había nada “formal”.

Con su discurso él logró cambiar algo en mí esa tarde, y no para bien. Empecé a sentirme menos segura de mí misma por cómo me veía, por la ropa que usaba. Pensaba que si me ponía tal o cual polo, a él no le gustaría, y por ende, yo no le gustaría. A medida en que mi autoestima bajaba cada vez más, yo me convertía cada vez más en lo que él quería. En vez de  buscar que me quisiera por quien realmente era, empecé a buscar que me valorase por mi apariencia y por mi físico.

Para colmo de males, todo empeoró cuando además me dijo que para él una mujer era una chica “decidida, independiente, que no hacía caso de lo que la gente pensaba, además de también verse bien”. Al escuchar eso me quedé pensativa y le pregunté cómo me veía él. Me dijo que aún me veía como una niña, que me faltaba mucho para ser mujer, que yo no era tan femenina. ¡AUCHHH! ¿Saben lo que eso significó para mí? Fue como si me tirara al piso. Me sentí totalmente menospreciada como mujer. ¡Jamás alguien me había dicho algo así! ¿Poco femenina? Yo sabía que me faltaban cosas por mejorar como persona, como mujer, ¡pero jamás me había visto a mí misma como “poco femenina”!

Me dolió mucho y fue el golpe que terminó de destruir mi autoestima. A partir de entonces empecé a verme a mí misma “fea”. Tanta era mi inseguridad que dependía mucho de lo que otros pensaban de mi apariencia y empecé a actuar en función de los demás. ¿Irónico no? Por querer ser “mujer”, verme “más femenina”, hice justamente todo lo contrario de lo que él había calificado como “cualidades de una mujer”: “decidida, independiente, que no hacía caso de lo que la gente piensa”…  yo tan sólo me había quedado con la última parte: “también verse bien”. Ya tan solo buscaba verme bien para él y para los demás, pero me había vuelto totalmente insegura, dependiente de la opinión de él, y actuaba de acuerdo a lo que la gente pensaba, de acuerdo a lo que la moda nos dice que debes vestir para no ser aburrida…

Han pasado ya dos años de aquél episodio en mi vida y hoy les puedo decir que me siento feliz y tranquila conmigo misma, pues gracias a La Opción V he podido reencontrarme conmigo misma, con quien soy. Mi sentido de la vida está cambiando pues una de las cosas que he descubierto es que no debes ser bonita para alguien sino ser hermosa para ti misma.

He descubierto que esta Opción no es tan solo un camino para forjarse en la virtud de la castidad, sino que es también un camino para conocerte, valorarte y amarte rectamente a ti misma, saber lo que vales y lo que mereces. Muchas veces por gustarle y complacer a un chico empezamos a dejar de ser lo que somos y nos convertimos —sin querer y de a pocos— en el objeto visual de deseo e interés del otro, dejando que vea cada vez menos nuestro corazón. Eso nos convierte en chicas más vanidosas y nos envuelve en este tipo de pensamiento: no vales para él si no eres lo suficientemente hermosa a sus ojos, es decir, lo suficientemente atractiva o “sexy” para despertar su deseo.

Mi consejo para ustedes, chicas, es este: no se sientan mal ni menos si en algún momento un chico les dice algo parecido, porque quien te dice esas cosas o está confundido o no te quiere en realidad a ti ni quiere tu bien. Solo está intentando cambiarte para convertirte en algo que no eres, para que te conviertas en “una más” según el molde común de lo que debe ser una mujer: seductora, atrevida, sexy y regalada. Nunca te sientas mal ni te dejes impresionar o manipular por calificaciones como “aburrida”, “poco femenina”, “eres una niña aún”… Créeme que quien te dice eso no te quiere llevar por el camino que conduce al amor verdadero.

Finalmente, sean siempre sinceras y digan lo que piensen a un chico que les gusta, sin temor a que se enoje o se sienta mal. Tampoco tengas miedo de no ser aceptada como eres o que te deje por eso: deja que él tenga miedo de perderte si no sabe valorarte y cultivar un corazón puro para quererte. ¡Valórense mucho chicas! ¡Ámense rectamente a sí mismas y no dejen que nadie les arrebate su autoestima!

Rafaela, 20 años.

Relacionados: ¿Debo permitir que me digan que estoy “sexy”?

* ¡Este Blog es un espacio creado para ti! Tú también puedes enviarnos tus preguntas, testimonio o reflexiones a laopcionv@gmail.com, con nuestro compromiso de guardar tu identidad en la más absoluta reserva. Con tu colaboración y participación podremos ser cada vez más quienes creemos que el amor verdadero sí existe, y que el camino para alcanzarlo es la castidad!

** Todas las publicaciones en este Blog son de propiedad de La Opción V. Pueden ser difundidas libremente, por cualquier medio, consignando siempre la fuente. Está terminantemente prohibida su reproducción total o parcial con fines de lucro.

Acompáñame a dar un tour por la nueva página web de

La Opción V