¡Gracias por el mejor regalo para mi vida!

Si amas a alguien debes estar preparado para dejarla ir…

Hace un buen tiempo conocí a la mujer que hasta la semana pasada fue mi novia. La relación duró dos años. Pese a que yo era inconscientemente practicante de La Opción V, al comienzo, debo admitirlo, fue difícil entender su decisión de esperar. Pero con el fin de la relación debo decir con satisfacción que SÍ PUDE. Por amor a ella respeté su decisión y me di el espacio para convencerme más y más de que vivir la castidad fue la mejor decisión. Disfruté más la relación de novios y debo decir que lo más lindo que ella deja en mi vida es la plena convicción de que he podido serle fiel a mi futura esposa, incluso desde antes de conocerla.

¿Por qué terminamos? Fue porque ella me manifestó que quería volver a ser libre. No sé qué cosa opresora le hice yo. De mi parte nunca hubo una mala actitud, infidelidad o algo así. Incluso ella sabía oportunamente de mis tentaciones y me ayudaba a neutralizarlas. Por parte de ella, no sé si en su vida apareció otra persona… espero que no.

Cuando ella me pidió terminar la relación, con lágrimas en los ojos, solo pude darle las gracias por el tiempo compartido. A pesar de que la amo con todo mi corazón y me duela en el alma, preferí dejarla volar. Creo que al respetar su decisión también le estoy mostrando un verdadero amor, porque el amor no se puede imponer ni obligar, tampoco busca manipular ni presionar a la persona amada para impedir que se vaya, sino que respeta siempre su libertad al punto de ser capaz de sacrificarse uno a sí mismo por ella.

Sinceramente confieso que quisiera volver con ella para tener el placer de seguir creciendo juntos y afianzando La Opción V en nuestras vidas. La verdad es que yo sí me veía en otro nivel con ella. Había en mi corazón algo especial con ella, porque así no fuera la mujer más linda del mundo (a los ojos del mundo), cuando yo la conocí (incluso desarreglada) sentí la conexión inmediata y la cortejé hasta que me puso los límites claros.

Pero, si no llegase a volver con ella, hoy quiero decirle: ¡Gracias por el mejor regalo para mi vida! ¡Gracias porque tú lograste devolverme la confianza en mí mismo! ¡Gracias por ayudarme a crecer en un amor verdadero por medio de la castidad! ¡Gracias porque me ayudaste a volver a Dios, de quien me había apartado!

E.V., 23 años
Testimonio escrito para los jóvenes de La Opción V

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