«Emprendí la lucha más difícil, pero la más feliz de mi vida: la castidad»

Hola, quiero alentar especialmente a los hombres a que luchen por vivir la castidad. Tengo 20 años y mi vida ha dado un giro de 180 grados hace 8 meses.

A mí nadie nunca me habló de castidad. Sinceramente, nunca fui un hombre muy pegado a la religión, más bien, conforme crecía, me iba alejando cada vez más de Dios.

Así, sin haber escuchado nada sobre la castidad, a los 16 años llegué a tener una enamorada dos años mayor que yo. Con ella tuvimos relaciones sexuales con el pretexto de que «nos amábamos». Desde ese momento la relación se centró cada vez más en lo físico y en el sexo, y poco a poco se fue enfriando hasta que después de tres años se terminó.

Posteriormente tuve algunas aventuras y me alejé más de Dios. Viví una vida sin límites, hasta que hace 10 meses conocí a la chica que me cambió la vida: mi enamorada.

La conocí en el lugar donde estudiamos. Poco a poco nos hicimos muy amigos, sin saber que seríamos algo más. Meses después iniciamos nuestra relación y ese mismo día tuvimos una conversación sobre las relaciones sexuales antes del matrimonio y la castidad. Yo le dije que creía que no había problema con las relaciones sexuales prematrimoniales, y vi cómo su cara cambió y empezó a hablarme de la castidad. Me hizo ver cuán equivocado estaba, me dijo que ella estaba guardándose para su esposo, y que aunque yo había cometido muchos errores en mi vida, si me arrepentía, podía vivir una segunda virginidad y guardarme para mi esposa.

Yo creo que Dios puso a mi enamorada en mi camino para que me ayude a salir del profundo hoyo donde me encontraba. Luego de esa larga conversación me convencí de que lo que había hecho (tener relaciones sexuales) había sido un error. Poco a poco, con ayuda de mi enamorada, volví al camino de Dios y emprendí la lucha más difícil, pero también la más feliz de mi vida: vivir la castidad. Al principio fue difícil, pero poco a poco, mientras retomaba mi fe, la lucha se hizo más fácil.

Dos meses después de haber empezado a luchar, y luego de haber seguido todos los pasos preparatorios, hice mi promesa de castidad. Un mes después la hizo mi enamorada, que aunque no había hecho la promesa, estaba firmemente decidida a vivirla. Es difícil, no lo puedo negar, uno es humano y puede tropezar, pero lo importante en esta opción es levantarse con más fuerza y seguir luchando.

Luego de medio año de haber hecho mi promesa puedo decirles que sigo viviendo la castidad, sigo yendo contracorriente y lo seguiré haciendo por el resto de mi vida.

Espero que este testimonio ayude a muchos jóvenes que como yo, tal vez por desconocimiento o por otras razones, perdimos nuestra virginidad. A todos ellos les diré algo que he aprendido en estos 8 meses de lucha diaria: ¡NUNCA ES TARDE PARA EMPEZAR A VIVIR LA CASTIDAD!

M., 20 años, Perú.

Si quieren leer la versión de mi enamorada, aquí la tienen: ¡Sí es posible vivir la castidad!

Testimonio escrito para los jóvenes de La Opción V.

* ¡Este Blog es un espacio creado para ti! Tú también puedes enviarnos tus preguntas, testimonio o reflexiones a laopcionv@gmail.com, con nuestro compromiso de guardar tu identidad en la más absoluta reserva. Con tu colaboración y participación podremos ser cada vez más quienes creemos que el amor verdadero sí existe, y que el camino para alcanzarlo es la castidad!

** Todas las publicaciones en este Blog son de propiedad de La Opción V, a menos que procedan de otra fuente. Pueden ser difundidas libremente, por cualquier medio, consignando siempre la fuente. Está terminantemente prohibida su reproducción total o parcial con fines de lucro.

Acompáñame a dar un tour por la nueva página web de

La Opción V