Adicto a la pornografía, deseaba tener una novia para saciar todos mis deseos

Como un hijo pródigo… lo que pensaba que era libertad se convirtió en esclavitud

Quiero compartir con ustedes mi testimonio. Provengo de una familia católica de padre divorciado y madre soltera. Mi niñez y adolescencia transcurrieron con normalidad, buscaba tener una identidad propia. Desde niño hasta la adolescencia y un poco más siempre fui uno de esos católicos “light”, no me atraía mucho ir a misa. Poco a poco me fui interesando por temas de todo tipo ovnis, metafísica, parapsicología, ciencias ocultas. En ese tiempo creía tener muchos conocimientos de todo tipo pero la “sabiduría” de esas corrientes no me llevaba a nada bueno.

Pronto tuve mis primeras experiencias sexuales, esto era una novedad para mí, y rápidamente fui atrapado por los placeres de la carne, y como todo vicio, quería más y más. No pasó mucho tiempo para ser adicto a la pornografía y tener una buena cantidad de videos y películas las cuales veía regularmente. Siempre andaba en busca de más videos y películas. Pocos sabían de mi vicio. Solo algunos que consideraba mis amigos a quien les regalaba películas pornográficas cada vez que podía. Para ese entonces deseaba tener una novia para saciar todos mis deseos.

En mi corazón no había ni una pizca de amor, todo era querer complacer mi egoísmo. Todas las veces que sentía en el alma que Dios me llamaba para cambiar lo ignoraba completamente. Con Dios no quería nada. Muy de la mano con mi estilo de vida era vivir sin fe en un Dios a quien consideraba lejano, faltaba poco para ser ateo. Como el alma no está quieta hasta encontrar a su Creador, buscaba algo en qué creer… y sentía nostalgia de algo, no sabía qué era, solo la sentía, era como una sensación de “pertenencia a algo” y trataba de buscarlo en toda clase de creencias nada cristianas. Ahora entiendo que mi alma no podía estar tranquila sin Dios hasta encontrarlo. Esa era la nostalgia que sentía. En ese entonces me empecé a llevar bien con una familiar (prima). Fue rápido para los dos pasar de vernos como primos a estar en una relación a escondidas que duró años. La relación se centraba exclusivamente en lo sexual. No había nada más que eso. Para ese entonces, algunas veces sentía que mi vida iba tremendamente mal, era un pensamiento que me envolvía mucho, nunca lo relacioné con Dios. Ahora entiendo que la poca conciencia me remordía, una conciencia que estaba mucho más muerta que viva. Al cabo de un tiempo cuando esta relación acabó busqué con desespero el consuelo de otra mujer. Era común verme tentado a buscar prostitutas, por misericordia de Dios no caí en eso también.

Dios en su infinita sabiduría buscaba la forma de atraerme, y como no me interesaba encontrarme con Él, buscó la manera de llevarme por caminos que solo Él conoce para atrapar a esta oveja que caminaba por caminos peligrosos. Como me gustaba la lectura, encontraba pensamientos de grandes personajes que me desconcertaban, como el caso de los que hablaban de castidad. Esto era nuevo para mí y me llamaba la atención la fortaleza de espíritu que parecían tener. El más significativo para mí fue Ghandi. Aquí Dios en su infinita bondad puso una semilla en mi corazón que intentaba crecer en terreno pedregoso: la semilla era la castidad.

Seguía siendo el mismo pero no por mucho tiempo. Quería entender que era eso de lo que hablaban tan bien algunos sobre la castidad. En ese entonces no le encontré un matiz religioso a la castidad, ya que si me sonaba a religioso lo rechazaba. No hice una relación entre Dios y castidad.
Puse un anuncio en el periódico y conocí a varias mujeres. Todo era pensar en tener “suerte” para iniciar una nueva relación. Conocí a una con la cual a la tercera cita ya estábamos en la cama e iniciamos una relación sumamente desordenada en lo sexual. Mientras era ella la novia oficial conocí a otra mujer que me atraía mucho. Inicié una relación con la segunda mujer. Aquí ya iba de mal en peor. Andaba con las dos, tenía relaciones con las dos y sin remordimiento de nada.

Mi vida había perdido completamente el sentido, a veces sufría de depresiones sin motivo, me sentía solo a pesar de tener dos “novias”. Como todo lo que empieza mal termina mal, era de esperarse que estas relaciones acabaran mal. Conocí otra mujer, nos hicimos “amigos” y manteníamos relaciones. Me cansé de esta y conocí a otra con la cual igual que las anteriores mantenía relaciones. Recuerdo una vez después de “hacer loco” haberme sentido muy mal, como el ser más miserable y sucio, me sentía muy sucio, pero era una suciedad del alma, una sensación horrible, pero aún después de estos momentos en las que sin duda Dios me permitía sentir en el alma que tan mal estaba, nada cambiaba. Así siguió con una más y con otra. Esto era esclavitud, cuando yo pensaba que era libertad.

Siempre andaba buscando cosas interesantes para leer o escuchar, todo lo que me sonara interesante lo leía, por casualidades que solo Dios entiende, mientras me entretenía buscando que ver en YouTube encontré testimonios sobre personas a las que se les fue permitido ver el infierno y sus horrores, me causó curiosidad y me dispuse a verlo. El impacto para mí fue grande, Dios se valió del temor que sentí de irme a ese lugar si moría, para que pensara seriamente en la vida después de la muerte. Ese fue un golpe a la conciencia, yo vivía muy tranquilo en el pecado. Mi conciencia estaba tan corroída por el pecado que ya no lograba ver la diferencia entre lo bueno y lo malo.

Después de mucho de no orar en las noches y en las mañanas empecé a orar. Al principio se me hacía muy difícil, pero sentía la necesidad de hablar con ÉL. No fallaba en orar, y le pedía que me cambiara, que me diera la oportunidad de tener un noviazgo en castidad. Solamente en ese momento la castidad empezaba a tomar un mayor sentido en mi vida, pero fue algo progresivo, no fue de golpe. Me sirvió de mucho leer sobre San Juan Bosco y sus enseñanzas acerca de la pureza y la castidad, también recurrí a pedirle mucho a la Madre Santísima que me ayudara a ser casto, ya que se me hacía muy difícil, empecé a rezar el rosario solo. Algunos días después de haber visto el video sentí la necesidad de ir a Misa, tenía mucho de no ir, pero fui. Estando ahí, por fin mi alma encontraba descanso. Solo quien ha pasado por un proceso de esos sabe cuales cosas se experimentan en ese encuentro entre Dios y criatura. Obviamente no comulgué, pero no pasaría mucho tiempo para buscar la confesión después de años de no hacerlo. Me costó mucho al principio, tanto así que caía de vez en cuando. Soñé que la Virgen me hablaba y me decía: “¡deja de ver esa basura!” Y así lo hice, boté toda la pornografía que tenía. Para quienes lean esto, no duden que esta adicción es tan fuerte como consumir drogas, no hay ninguna diferencia. Hace esclavo a quien lo consume.

No dejaba de pedirle a Dios por una buena mujer con la cual pudiera vivir el noviazgo en castidad, ahora sí le había encontrado mayor sentido esa altísima virtud cristiana. Cuando tenía la oportunidad de hablar con alguna persona y le contaba lo que le pedía a Dios y me cuestionaban y preguntaban: “¿y si esa mujer que le pides a Dios no llega?” Y yo les respondía: “¡NO! Yo sé lo he pedido a Dios y yo sé que Él no me va a fallar”. Y no es en vano tener fe en Dios, porque la mujer que siempre le pedí a Dios llegó a mi vida.

Actualmente somos novios, tenemos unos dos años de noviazgo, estamos pensando en casarnos y gracias a Dios no hemos caído en relaciones sexuales ni nada por el estilo. Vamos a Misa y oramos juntos. ¡Es la mejor relación sentimental que he tenido en mi vida y no la cambio por nada! Y si me dieran a escoger entre una relación como las que tuve o esta que tengo ahora, ¡escojo la de ahora! No hay comparación, el Señor sabe por qué te pide vivir el noviazgo en castidad, Él quiere tu felicidad, y solo haciendo lo que Él te pide encontrarás paz en el corazón. Fue un proceso largo y duro, pero finalmente he encontrado lo que buscaba. Si Dios nos permite casarnos y tengo la oportunidad de contar mi testimonio lo haré, ahora de novios prefiero contarlo de anónimo, porque siento que es lo mejor y más prudente, espero que pueda ayudar a alguien que lo lea.

Anónimo.

Testimonio tomado de: https://www.facebook.com/LaCastidadEstaDeModa

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