Actualmente vivimos en una sociedad en la que la tecnología forma parte de nuestras relaciones interpersonales. Las redes sociales son un medio para mantener las relaciones de amistad que ya tenías o para entablar nuevas amistades… ¡pero ten cuidado! que las redes sociales no se conviertan en tu nuevo “amigo”. SIEMPRE las relaciones de amistad deberán ser fortalecidas por el contacto directo antes que por el chat, los mensajes o las redes sociales (Facebook, Twitter, etc.). Hoy en día hay muchas personas que tienen cientos o miles de amigos en la red pero muy poco interactúan con los amigos que tienen a su alrededor, por eso no debes permitir que las redes sociales te roben el tiempo que podrías compartir con los amigos de siempre!
Sin embargo, es distinto cuando hablamos de las relaciones amorosas. En ciertos casos, las redes sociales son un medio para mantener una amistad con alguien que conocemos poco o entablar una amistad con alguien a quien no conocemos personalmente. En ambos casos debes mantener siempre la prudencia. Es decir, el comenzar a conocer a alguien por la red puede ser el inicio para formar una amistad, pero no te recomendamos en ninguna circunstancias empezar una relación amorosa sin antes conocer personalmente tu amigo/a cibernético/a.
¿Por qué tanta prudencia?
Puede que tú estés siendo honesta/o y digas la verdad acerca de ti pero puede que la otra persona pretenda ser quien no es sólo por “conquistarte”. Por eso es importante que se dé el contacto directo con esta persona para poder saber si es quien dice ser. Además al compartir en vivo y en directo te puedes dar cuenta de muchos aspectos que no es posible conocer a través de la red: gestos, palabras, reacciones, comportamientos.
También debes tener mucha prudencia en los temas que se conversan, que sus diálogos sean de amigos, es decir, que a través de ellos puedan conocer más a la persona, sus anhelos, sus valores y virtudes De ninguna manera des cabida a tener diálogos sexuales, de contenido erótico en los chats o videochats… peor aún exponer tu cuerpo frente a alguien que apenas estás conociendo y aunque lo conocieras… ¡Jamás te expongas! No muestres las partes íntimas de tu cuerpo con la falsa certeza o confianza de que sólo él o ella los verá. Muchas han caído en esta trampa, y la experiencia enseña que lo más prudente es tener por norma jamás compartir este tiempo de fotos o videos, sea quien sea.
Dra. Verónica Ortega de Manning