Señor Jesús,
Ante Ti vengo hoy para comprometerme Contigo:
A cuidar mi pureza y castidad todos los días,
y a mantenerme célibe
hasta el día de mi matrimonio.
Conozco mis inclinaciones y debilidad,
y sé de sobra que sin Ti
jamás tendré la fuerza necesaria
para cumplir este compromiso.
Pero sé también que Contigo todo lo puedo,
que con tu fuerza lo que parece imposible es posible.
Por eso hoy te pido con confianza:
Ayúdame a ser hombre de verdad,
a cuidar y proteger a las mujeres,
su integridad, dignidad y castidad.
Ayúdame a no mirarlas ni tomarlas como un objeto de placer.
Dame fuerzas para huir de aquellas que busquen seducirme.
Ayúdame a luchar decididamente contra la pornografía,
que tanto degrada a las mujeres como a los hombres.
Ayúdame a respetar a mi enamorada
–si la tengo o cuando la tenga–,
a respetar con firmeza los límites que nos hemos propuesto,
y a demostrarle así que la amo verdaderamente,
y que por amor ella estoy dispuesto a dominarme a mí mismo,
mis pasiones e impulsos sexuales.
El anillo que desde ahora llevaré siempre conmigo
será el signo que me recuerde este compromiso
que hoy libremente sello Contigo.
Yo te prometo poner todos los medios a mi alcance y luchar con firmeza;
Tú concédeme la gracia y la fuerza necesarias
para poder crecer en un amor que se asemeje cada día más al tuyo.
¡Que así sea!
AMEN