Un adoctrinamiento «perfectamente normal»

El libro de educación sexual It´s Perfectly Normal (Es perfectamente normal) está en las noticias de nuevo. Algunos papás en Saint Charles, Missouri, están indignados por las representaciones tan explícitas del libro de dibujos animados teniendo relaciones sexuales, y están tratando que los retiren de la biblioteca de la escuela media. Las autoridades del distrito insisten en que el libro, que ha ganado premios, es un buen “recurso” para estudiantes de escuela media; y que «si usted no quiere que su hijo vea ese libro con imágenes de parejas heterosexuales y homosexuales desnudas mientras experimentan “sentimientos sexies” y tienen relaciones sexuales… Bueno, entonces usted es un anticuado».

He tenido mis desacuerdos con este libro por mucho tiempo. De hecho, la primera vez que lo critiqué fue hace 15 años. Pero no son sólo las imágenes lo que me molesta (aunque algunas realmente son bastante raras). Mi problema fundamental con el libro es que simplemente no se ajusta a la realidad. El narrador, por ejemplo, menciona despreocupadamente la píldora del día siguiente como si se tratase de comer una tostada. ¿Es lo mismo? El tono casual de “no es gran cosa” es usado mientras hay dos niñas sonrientes conversan en los vestuarios –a pesar de su desnudez– y niños angelicales se “autocomplacen” despreocupadamente. ¿Es esto “perfectamente normal”? Bueno, ese es precisamente el tema en discusión. Dejando de lado si es o no aconsejable darle a estudiantes de escuela intermedia un libro que es esencialmente The Joy of Sex (El placer del sexo) simplificado, ¿es exacto en la normativa de los mensajes que está enviando? ¿La sexualidad sin vergüenza es verdaderamente lo ideal? No creo que lo sea, y creo que es engañoso pretender que lo es cuando les presentamos el tema del sexo a los niños.

Hemos probado esta idea desde hace más de medio siglo, y creo que es justo decir que no ha funcionado tan bien. Durante décadas le hemos dicho a los niños en las clases de educación sexual que sus parte privadas no eran “diferentes a un codo”, y ahora nos preguntamos: ¿Por qué los autores de agresiones sexuales son cada vez más y más jóvenes? Si nos ponemos en la perspectiva de un niño o un joven que ha sido educado de esa manera, ¿qué hay de malo en agarrar el “codo” de alguien a manera de juego? Mirando retrospectivamente, usar esa analogía fue un error desde el inicio. Las partes privadas no son “lo mismo” que las otras partes del cuerpo, y no podemos hablar de ellas como si fueran lo mismo sin pagar un alto precio.

Luego de haber adoctrinado a niñas a no sentir vergüenza en los vestidores, ahora nos enfrentamos a un nuevo reto: tenemos mujeres jóvenes sin vergüenza que en ese lugar juzgan de forma competitiva la ropa interior de sus compañeras e incluso a veces les toman fotos. Estas chicas agresivas sin duda obtienen un A+ por no sentirse avergonzadas, pero también se están arruinando la vida unas a otras publicando fotos privadas en Twitter. Resulta que todas las risitas y la vergüenza que rodea las discusiones sobre la sexualidad pueden haber tenido un lado positivo: eran una señal de que estas cuestiones tienen gran importancia. Cuando tratamos de “curar” a las personas jóvenes de su vergüenza natural pueden parecer más fuertes y atrevidas en un nivel más superficial, pero en realidad, creo que las hemos dejado más débiles. Una persona que no se sonroja está alienada tanto de sus propias emociones como de las de los demás. Es difícil tener empatía sin modestia.

Yo sé que los padres tienden a delegar “la charla” a los padres que tienen menos vergüenza, pero a veces me pregunto: ¿Tal vez debería ser al revés? Un padre sensible está idealmente capacitado para reconocer que los seres humanos (a diferencia de los animales) integran sus emociones en su sexualidad, y sí, esto puede hacer que estos asuntos sean difíciles de hablar a veces. Pero, ¿acaso es esto también lo que hace a la intimidad más hermosa cuando es reservada para el matrimonio? Estoy segura de que las intenciones de Robie Harris eran buenas cuando escribió Perfectamente Normal, pero para mí, cualquier representación de la sexualidad en la que se prescinde de la modestia desde el inicio, no es sobre la verdadera sexualidad. Puede ser “perfectamente normal” para los Golden Retrievers, pero no para los seres humanos.

Wendy Shalit, 2014

Wendy es madre de tres hijos, y autora de A return to modesty: Discovering the lost virtue (Un regreso a la modestia: Descubriendo la virtud perdida), que acaba de ser lanzada en una edición nueva por su 15° aniversario.

FUENTE: The Chastity Project

Traducción de Fabiola Espinoza

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