Literatura erótica o pornografía para mujeres

Hace poco me contaba una amiga que había comprado un par de rompecabezas para su hermano en una conocida librería limeña, ubicada en un gran centro comercial. Al llegar a casa se dio con la sorpresa de que le habían incluido, sin que se dé cuenta, un folleto promocional de un libro erótico. Este folleto, de 33 páginas, tenía en la carátula la silueta de una mujer joven. En su cabeza se leía: “Mis fantasías, yo decido”. En un rótulo rojo en el lado superior izquierdo se leía: “Solo para las atrevidas”. Al lado izquierdo a la altura de su cintura se leía: “Elige tu propia historia… hot!”, y al lado derecho, dentro de una estrella roja: “La protagonista eres tú”. Finalmente, al lado izquierdo inferior, un logo: “Sombras hot”. Imposible no asociarlo con “Cincuenta sombras de Grey”, una trilogía de alto contenido erótico y sadomasoquista.

Al abrir el folleto lo primero que encuentras son tres recuadros con diferentes tamaños de calzón, y un cuarto con la silueta de una mujer sin calzón. El folleto promociona un libro “interactivo”. Se trata de la historia de una chica que queda con una amiga para ir juntas a un bar, y se trata de que tú te identifiques con esa chica. Dependiendo de cuál calzón “decides ponerte” te envía a determinada página, en la que se va desarrollando “tu historia” en la relación con diversos hombres en el bar. Como solo es un anticipo de la novela, te pica la curiosidad: quieres leer más, quieres saber toda la historia. Es una evidente estrategia comercial. En términos publicitarios esto se llama “sampling”, es decir, se te ofrece gratuitamente una pequeña muestra del producto para que al probarlo te enganches y luego lo compres.

Al final del folleto promocional se lee:

“Una novela inusual, erótica, sensual y apasionada. Despertarás tus instintos a medida que vayas seleccionando lo que quieres que suceda. Muy cargado de intensas sensaciones como: deseo, excitación, lujuria, curiosidad, desconcierto y fascinación. Pero sobretodo, este es un relato interactivo que despertará tus más bajas pasiones. Atrévete a explorar en la humedad de tus deseos más íntimos. Encuéntralo en librerías y supermercados”.

Como verás, todo está dirigido a seducirte, a engancharte, a “despertar tus más bajas pasiones”, a despertar tu curiosidad… ¡para que compres! En otras palabras, son técnicas de manipulación para lograr su objetivo: vender más. No les interesa tu bien, les interesa tu dinero. Lo mismo sucede con revistas tipo Cosmopolitan. Siempre están proponiendo algo “para atrevidas”, tips para quienes quieren experimentar nuevos placeres, “romper la rutina”, etc. ¿Qué pasa si caes en la trampa, si te dejes llevar por la curiosidad, por el deseo de “leer más” para fantasear? Te lo explica una psicóloga entendida en estos temas:

«La literatura nos permite vincularnos a las historias de las personas y enriquecernos a través de sus distintas manifestaciones. En la mujer es especial la manera cómo estas historias nos hacen involucrarnos con el mundo interior de sus personajes, a través de las situaciones y hechos que ellos viven. Es usual que las novelas con una trama personal sean de mayor atracción para las mujeres, en especial cuando estas implican una historia de amor. Comprendiendo esta disposición femenina, debes estar alerta frente a lo que lees y a lo que te expones. ¡Sé muy astuta!, pues existen cada vez más autores y editoriales que están buscando utilizar estas características femeninas para que te enganches con historias que distan mucho de una relación sana que te permitirá encontrar el verdadero amor. Estas lecturas te engancharán con situaciones con alto nivel de sensualidad y erotismo que detonarán en ti imágenes que quedarán grabadas profundamente en tu mente al estar asociadas a emociones y sensaciones fuertes, y luego volverán una y otra vez a tu memoria y te llevarán a relacionarte con los hombres desde estas fantasías, buscando hacerlas luego realidad»[1].

De ese modo este tipo de lecturas se convierten en una especie de “manual” para relacionarte con los hombres. En otras palabras, al leer literatura erótica estás formando un patrón mediante el cual erotizarás y sexualizarás tu necesidad de amor, creyendo que en la realización de tus fantasías sexuales encontrarás la respuesta a tu deseo de ser amada y aceptada.

Al “entretenerte” y “entrenarte” con este tipo de literatura te haces daño, porque una vez que pruebas estas “sensaciones”, es muy difícil dejar de buscarlas, tendiendo cada vez más a buscar sensaciones cada vez más intensas, lo que tiene una directa repercusión en el desarrollo de tu cerebro. Dejemos que te hable nuevamente nuestra amiga psicóloga:

«¿Sabes? En tu adolescencia —y hasta los cerca de 25 años— tu cerebro se está terminando de formar. En ese tiempo de formación del cerebro se establecen conexiones entre tu sistema límbico (área encargada de las emociones) y tu corteza cerebral (área encargada de dar razón de lo que sientes). A tu edad —si eres adolescente o joven— es muy importante esta relación porque se establece el “cableado cerebral” que te permitirá entender y comprender tus emociones, así como las emociones de los otros. Al exponerte a las sensaciones fuertes producidas por estas lecturas haces que tu cerebro trate de darles sentido, pero al no ser humanizantes, no las puedes entender y te embotas, bloqueando poco a poco este circuito neuronal. Desarrollar este circuito neuronal es fundamental para nosotras, pues es la base para desarrollar un don que es propio de nosotras mujeres, que es nuestra empatía. Al consumir este tipo de literatura, sin darte cuenta, estás sacrificando poco a poco la puerta de entrada a tu mundo interior y al mundo interior de los otros».

Lamentablemente es cada vez más la literatura erótica dirigida a mujeres que aparece no solo en las librerías sino también en los supermercados, es decir, está al alcance de cualquier joven o niña, sin ningún tipo de restricción. Una encuesta hecha en Italia arrojó como resultado que los libros electrónicos más vendidos eran los libros eróticos, comprados por mujeres. Sí, hay quienes han descubierto que este tipo de literatura “atrevida” es una mina de oro, porque seduce y atrapa especialmente a las mujeres, haciéndolas poco a poco consumidoras compulsivas. Esta literatura, si se la puede llamar así, se está convirtiendo en algo análogo al gravísimo problema que significa la pornografía para los hombres: les produce una deformación y una adicción que los aparta cada vez más del amor auténticamente humano.

Si tú quieres encontrar el amor puro y verdadero, lo peor que puedes hacer es consumir ese tipo de literatura y alimentar tus pensamientos y fantasías con ella. Si quieres aprender a amar y ser amada de verdad, ¡niégate a leerla!

Ahora bien, si ya has leído o visto cosas de contenido erótico o sexual, o si incluso has realizado acciones de esa naturaleza, es probable que aunque no lo quieras ni lo busques, de pronto aparezcan nuevamente en tu mente, pues han quedado profundamente grabadas en tu memoria. En esos momentos es importante que con tranquilidad los rechaces y te digas a ti misma: «no quiero pensar en esto, no quiero darle cabida a este pensamiento o recuerdo». No te consientas fantasear con tus recuerdos o imaginar situaciones de esa naturaleza. Lo mejor, para purificar tu memoria y pensamientos, es distraerte con otra cosa. Recuerda que de eso se trata la lucha por vivir la castidad: la tentación muchas veces aparecerá de la nada, sin que la busques, a través de algo que viste, oíste, de un recuerdo, de algo que alguien dijo. En ese momento tú puedes decir «no», controlar tus pensamientos, tu imaginación o fantasía, rechazar lo que no te conviene, pensar en otra cosa. Si logras eso, ¡habrás ganado una batalla! Y cada vez que ganes una batalla, te harás más fuerte, más pura también en tus pensamientos, imaginación y fantasía.

La Opción V


[1] Patricia Espinosa de Bambarén, Psicóloga Educativa, Máster en Neuropsicología y Educación.

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