Free sex? Un extracto…

Libro de Carlos Cuauhtémoc Sánchez

Durante la juventud, los hombres aprenden que las chicas son románticas. Asimilan que a ellas les gustan los detalles y las palabras dulces. Pero a los hombres, con frecuencia, el romanticismo les importa poco. En su instinto más arraigado lo que quieren es explorar, tocar, excitarse y, en última instancia, eyacular.

Dicho en frío puede sonar grotesco o incluso animal. No es así. La conducta masculina obedece a muchos factores. Los hombres son seres humanos tan complejos como las mujeres y al igual que ellas pueden enamorarse honestamente y ser corteses; pero en su naturaleza básica, el sexo ocupa un lugar preponderante. Las cosas son así y no hay que asustarse.

Muchas veces, el novio puede fingirse enamorado, jurar amor eterno y aún “trabajar” a la novia con detalles dulces para convencerla de que se permita tener sexo o caricias íntimas.

Si el hombre no ama a la mujer, sólo deseará su cuerpo y la empujará a un contacto sexual rápido aunque no lo desee; en esta tónica llegan a suceder hasta las violaciones.

Por otro lado, cuando un muchacho ama a su novia, se esfuerza por ser caballeroso y escucha los deseos de ella.

Un hombre verdaderamente enamorado es capaz de hacer cualquier cosa por la mujer que ama. Incluso respetarla en el área sexual, si ella se lo pide.

Los hombres aprenden a dominarse

Aunque el deseo sea muy fuerte, desde la adolescencia los varones se dan cuenta de lo importante que es aprender a dominar sus impulsos. Así que lo hacen; pero el aprendizaje no es automático. Deben afanarse en él.

Cuanto más inmaduro y débil de carácter es el hombre, más mujeriego y promiscuo suele ser.

La confiabilidad de un hombre en materia sexual no está relacionada con el nivel socioeconómico.

Existen hombres profesionales o ricos capaces de seducir a una empleada, violar o cometer incesto. Por otro lado, hay varones humildes que son maduros y sexualmente nobles.

La mujer excitante

A una chica le agrada ser admirada y deseada, pero es difícil que se dé cuenta si el hombre a quien está provocando tiene el autodominio necesario para respetarla.

Muchas mujeres han sufrido abuso sexual. Jugar a la chica despampanante, puede ser muy arriesgado.

El sexo barato

Algunas chicas enamoradas, apuran las caricias sexuales con sus novios creyendo que cuanto más rápido lleguen a la intimidad, él las amará más. Pero esto nunca sucede.

Una regla básica en los negocios es que, cuando algo abunda, el precio baja.

Hay comerciantes que esconden los productos para provocar escasez y así aumentar los precios. Con esta lógica, comprende: Si el sexo abunda, es barato. Si escasea, su precio sube.

El hombre que tiene fácil acceso a caricias profundas y sabe que puede saborear el cuerpo de su novia cuando se le antoje, se echará para atrás ante un compromiso serio.

Mientras más se deje tocar una mujer, más barata será.

Si tu novio te corta porque pusiste barreras físicas, entiende que muy probablemente de todas formas iba a rechazarte después de haberte usado.

Un tipo de caricias para cada etapa

Mujer: recuerda tu código de caricias íntimas. ¿Cuáles corresponden a cada etapa?

La mujer inteligente no admite manoseos, pues vincula su respeto y dignidad a la forma como es tratada. Por una parte, sí admite caricias, pero condiciona su avance a la etapa exacta de su relación.

Su tu novio no se compromete en el umbral de la siguiente etapa, sé inteligente y pon tierra de por medio; déjalo con el sabor de boca de cuánto perdió. Eso provocará que cualquier hombre esté dispuesto a hacer lo que sea por ti. Las mujeres que no se dejan manosear ni se acuestan con cualquiera, propiciarán que más de un hombre las admire y recuerde virtudes que había olvidado.

Despertar en un hombre su instinto carnal es fácil. Cualquiera lo hace. Lo difícil es despertar su sentido de caballerosidad. Para eso, se requiere una dama.

Carlos Cuauhtémoc Sánchez, Free sex? La pregunta de hoy, C. V. México , Diamante, 2008, pp. 92-97.

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