Hay un extraño fenómeno que ha ocurrido en nuestra cultura, donde las personas de edad, mayores y sabias, han sido etiquetadas como “viejas” y “obsoletas”. Somos una de las pocas culturas en la historia de la civilización que no valora a las personas mayores por su sabiduría. Se podría pensar que la gente querría el consejo de alguien que ha pasado por todas las luchas y las pruebas en esta vida. Lo mismo puede decirse sobre las citas y las relaciones.
Una vez escuché a un joven desafiar un artículo que yo había escrito sobre las relaciones, y decía que él sabía más sobre las mujeres que yo porque él había salido con 15 mujeres diferentes en el último año. Haber tenido tantas relaciones fallidas es más una autoacusación que una insignia de honor. Considera esto: ¿de quién preferirías recibir un consejo sobre el matrimonio, de una persona que ha estado divorciada cinco veces o de alguien que ha estado casado por 50 años?
No puedo decir que soy un experto en citas y relaciones, pero he descubierto algunas cosas en el transcurso de mi vida. Me casé con mi novia de la secundaria, fuimos mejores amigos antes de comenzar a salir y ambos éramos vírgenes cuando nos casamos. Fuimos enamorados durante cuatro años y medio (pasamos toda la universidad juntos y 2 años de relación a larga distancia). Hemos estado casados por más de 7 años y tengo 3 hermosos niños. Aquí hay algunas cosas que me di cuenta en el camino y que ayudaron a mi relación. Estos consejos no son los típicos consejos sobre citas.
1. Las relaciones terminan de dos maneras
Una relación de pareja o bien termina en el matrimonio o en la ruptura. Es raro que conozcas a una persona que ha estado saliendo con otra durante 30 años. Si tú sabes que la persona con la que estás no es una persona con la que te gustaría casarte, necesitas terminar la relación. La finalización del vínculo es inevitable, y retrasarla por cualquier otra razón sólo crea un clima propicio para una mala relación. Tener en cuenta este principio va a elevar instantáneamente tus estándares para el tipo de persona con la que quisieras estar, y va a dar un propósito a tu relación (discernir el matrimonio).
2. Tu relación de pareja no es la relación más importante que siempre tendrás
Cada relación matrimonial termina cuando “la muerte los separe”. En el momento de la muerte, encontrarás a la persona para la que fuiste creado y con la que pasarás el resto de la eternidad: Jesucristo. Una relación de pareja debe ayudar a construir tu relación con Jesús, no a alejarte de Él. La oración en tu relación es una de las cosas más importantes que deben hacer como pareja.
3. Nunca tomes decisiones en un estado de desolación espiritual
Este es un principio de San Ignacio de Loyola. Esto significa que las decisiones importantes en tu vida (como con quién sales, por ejemplo) no pueden ser tomadas sin oración. Si no sabes lo que Dios está tratando de decirte porque no lo puedes oír, entonces no deberías tomar decisiones importantes para tu vida.
4. Está bien estar sin novio/a
En serio, no hay problema. El amor nos encuentra en el tiempo de Dios. Cuando tienes relaciones con propósito, tiendes a salir con menos personas pero por un tiempo más prolongado.
5. La castidad es necesaria para el amor
Cuando una persona no ha aprendido a dominar sus deseos sexuales sino que está siendo dominado por sus deseos, esos deseos son inherentemente egoístas. El egoísmo y el amor son dos cosas que no van juntas. La castidad dice que amas tanto a una persona que deseas lo mejor para ella. El sexo sólo tiene sentido en el contexto del matrimonio, ya que es en el matrimonio donde das toda tu vida y ser a la otra persona. Hacer eso en el cuerpo a través del sexo, sin antes hacerlo en el sacramento, es mentirle a la otra persona. Puedo decir honestamente que no hay manera de que mi esposa y yo nos hayamos casado sin haber seguido y practicado constantemente la pureza en nuestra relación de pareja.
Estar en una relación de enamorados no es una práctica compleja, es un proceso de discernimiento para el matrimonio. Lo que lo complica es el quebrantamiento, la impureza o las expectativas poco razonables que una persona aporta a una relación. Si tienes problemas con la búsqueda de la persona adecuada, encuentra a alguien que viva un matrimonio feliz y saludable y sigue su ejemplo.
Everett Fritz
FUENTE: The Chastity Project